LA LEYENDA DEL URUTAÚ
Había una vez una joven a quien le agradaba mucho las diversiones, que todo lo sacrificaba para procurarse un momento de alegría.
Un día, mientras se encontraba en una gran fiesta, vinieron a traerle la noticia que su madre estaba muy enferma y quería verla.
La noticia la hirió en lo más íntimo de su ser, pero dijo que iría enseguida.
Pero el baile estaba muy lindo y el regreso se fue demorando hasta que fiesta finalizó. Asustada, volvió al rancho, pero ya era tarde. La madre ya había muerto y la infeliz muchacha, arrepentida, lloró y lloró sin consuelo.
Dios quiso castigar su desamor y la transformó en un ave siniestra que busca la soledad para esconder su pena. Y llora y llorará hasta el fin de los siglos su pecado de amor filial.
Un día, mientras se encontraba en una gran fiesta, vinieron a traerle la noticia que su madre estaba muy enferma y quería verla.
La noticia la hirió en lo más íntimo de su ser, pero dijo que iría enseguida.
Pero el baile estaba muy lindo y el regreso se fue demorando hasta que fiesta finalizó. Asustada, volvió al rancho, pero ya era tarde. La madre ya había muerto y la infeliz muchacha, arrepentida, lloró y lloró sin consuelo.
Dios quiso castigar su desamor y la transformó en un ave siniestra que busca la soledad para esconder su pena. Y llora y llorará hasta el fin de los siglos su pecado de amor filial.