La leyenda de la Paja Brava
Cuanta la leyenda que el “Cacique Acá Hata” que quiere decir cabeza dura, se caracterizaba por su coraje, pero también por la crueldad de sus procedimientos, la razón por la cual era poco querido. Los integrantes de su tribu planearon una conspiración, que al llevarse a cabo, luego de lagunas escaramuzas, lograron terminar con su vida donde también pereció su hija que por sobre los hechos de su padre se dedicaba a proteger a mujeres y niños.
Para reemplazar al cacique eliminado los procedimientos de la tribu designaron al más bueno de ellos como queriendo no volver a sufrir los procedimientos que se dieron durante el cacicazgo de “Acá Hata”. Inmediatamente de asumir, recogieron los cadáveres de “Acá Hata” y su hija y les dieron sepulturas en las inmediaciones de una cabaña. Al poco tiempo, con sorpresa vieron que en el lugar de ambas sepulturas, nacieron plantas de una variedad que no se conocían en la región. Era la paja brava que desde entonces crese en los lugares húmedos con hojas cortantes, por lo que también se la llama cortadora y que recuerda al feroz cacique. Los niños guaraníes llamaron a esa planta “Capií Pochi” que significa “Paja Brava” ya que esa planta en forma de lanzas hiere a cuanta persona toca su tallo y su hoja al igual que el cacique muerto.